Generan un análisis detallado y comparativo de los competidores más importantes y de los elementos más relevantes de su estrategia competitiva.
Los más complejos suelen incluir elementos como marca e imagen, descripción de producto o servicios principales, precios, estructura organizativa, procesos, recursos humanos, costos, tecnología y hasta proveedores. Permiten establecer los estándares de la industria y las ventajas competitivas de cada empresa.
A partir de esta evaluación, se determinará si es factible convivir con la competencia, si es necesario neutralizarla o si un competidor puede transformarse en socio de negocio.